Estadio Bollaert Delelis – Lens

Su capacidad es mayor que la población de Lens, pero con más de medio millón de personas viviendo en la región, el estadio ha sido visitado por muchos residentes durante décadas.

A principios del siglo XX, el RC Lens tuvo que trasladarse dos veces debido a la presión de los residentes locales y a la devastación de la Primera Guerra Mundial.

A partir de la década de 1920, el club creció con fuerza y a principios de la década de 1930 se tomó la decisión de construir un nuevo estadio.

En la ceremonia oficial de inauguración, en mayo, se interpretaron simbólicamente dos himnos nacionales. La zona industrial albergaba una gran diáspora polaca, tanto francesa como polaca.

Por iniciativa de Felix Bollaert, director de la empresa minera francesa que construyó el yacimiento, también se presentaron voluntarios polacos.

Cuando murió en 1936, quedó claro que era el mecenas adecuado para el lugar; en 2012, se añadió otro mecenas, el entonces fallecido alcalde André Deleris.

Los estrechos vínculos con la industria local (las instalaciones fueron construidas y financiadas por los mineros) también hicieron que el estado del RC Lens y del recinto dependiera de la situación económica del momento, lo que hizo que las condiciones del terreno de juego mejoraran en la década de 1950 (se instalaron focos en 1954), pero empezaron a deteriorarse rápidamente en la década de 1960.

En la década de 1970 se hizo evidente que los muros de la caseta se estaban desmoronando y que era necesario realizar obras. En 1976 y 1977 se realizaron mejoras, incluida la construcción de nuevas gradas, y el Stade Félix-Pollet volvió a ser uno de los mejores estadios de Francia.

Antes del torneo se realizaron nuevas obras y en 1998 se convirtió en el estadio más grande de Francia, con capacidad para más de 51.000 personas.

Francia inauguró el Stade de France antes de 1998 para acoger la Copa del Mundo, eclipsando a Borat, y Lens también aportó su granito de arena construyendo tres nuevas gradas en el estadio.

El nuevo diseño del estadio se consideró un buen escenario, en parte por las condiciones locales y en parte por la inclinación y solidez de las gradas.

Sin embargo, también se detectaron graves deficiencias, lo que llevó a planificar nuevas mejoras para la Eurocopa 2016. Para ello, se retiró por completo el techo existente y se instaló uno nuevo, esta vez cubriendo todos los asientos de los espectadores. Se basa en cuatro estrechas torres de acero de 72 m de altura.

Inicialmente, el plan consistía en ampliar considerablemente la zona de venta y restauración detrás de la tribuna principal sur, pero finalmente se abandonó por problemas de costes.

Lo mismo ocurre con el aforo, que estaba previsto que aumentara a 44.000, pero se ha reducido ligeramente a más de 38.000. Así, la financiación inicialmente prevista de 111 millones de euros podría reducirse a 70 millones.

Tras más de 18 meses de construcción, el resultado es un elegante estadio con una nueva fachada blanca hecha principalmente de policarbonato.

Los asientos son ahora blancos, grises y negros y algunos aficionados del RC Lance se han quejado del nuevo interior «higiénico».

Fuera de la grada principal del Estadio Bollaert